He sentido la necesidad de compartir este video con
vosotros, dejando un poco de lado lo “sembrao” o “sembrá” que ha
estado quién le ha puesto el título. Dejando también de lado el gesto discriminatorio que para mí supondría
elogiar la hazaña de estos dos bailarines resaltando la fuerza de voluntad que
tienen, la dificultad que entraña para ellos esto, etc.
Indudable es que están en forma, que llevan una preparación
detrás para ejecutar las piruetas y estar tan coordinados, pero, lo que me
gustaría puntualizar es que nos
encontramos ante una escena de gran
ternura e incuso sensualidad, podemos apreciar como la muleta pasa a ser una proyección
del cuerpo del chico y en lugar de estorbar, juega un papel importante durante
toda la interpretación. Con esta armonía
el cuerpo del hombre y de la mujer se combinan para dar lugar a esta escena que
trasmite mucho sentimentalismo, los
movimientos, pensados para la anatomía de ambos, se ejecutan de manera
armoniosa y junto a la proyección de sus gestos, tierna, sensual y en total consonancia con la música dan como
resultado una representación que transmite
mucha pasión.
Al encontrarme con este baile de dos cuerpos tan perfectos o imperfectos
como otros cualquiera, tan bellos como cualquier otros y mientras los observaba, me han parecido dos cuerpos hechos para
cada uno de los movimientos que han ejecutado, perfectos para ello. Belleza es la palabra que viene a mi mente al pensar
en los sentimientos que expresan estos cuerpos, y no me cabe la menor duda de
que sienten lo que expresan, así que, he
decidido colgarlo para que quienes no lo hayan visto puedan hacerlo, y aportar lo que deseen.
(Si no podéis verlo en pantalla , pichad en el título de arriba que es el enlace)
Estas dos personas, me han demostrado que la expresión de los sentimientos nace del alma, el cuerpo, sólo pone los medios, nunca los límites.
(Si no podéis verlo en pantalla , pichad en el título de arriba que es el enlace)
Estas dos personas, me han demostrado que la expresión de los sentimientos nace del alma, el cuerpo, sólo pone los medios, nunca los límites.
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